Mel Gibson decidió hoy no impugnar los cargos tras ser acusado de un delito menor por una agresión a su expareja, la rusa Oksana Grigorieva, y se benefició de un acuerdo extrajudicial por el que queda en libertad condicional no supervisada durante un periodo de tres años.
Según informan medios locales, el actor, que parece acabar así con el calvario que vive desde hace meses, deberá completar un curso de orientación psicológica de 52 semanas para controlar sus ataques de ira, como parte del acuerdo aceptado por la jueza del condado de Los Ángeles Stephanie Sautner.
Simone Shay, miembro de la acusación, explicó que habían aceptado el acuerdo extrajudicial para "minimizar el trauma y el impacto de cualquier procedimiento para la víctima y sus testigos".