Los nuevos requisitos de capital contemplados en el proceso de recapitalización del sistema financiero español son "un paso en la buena dirección" que mejora la fortaleza de las entidades españolas, según afirma el Banco Central Europeo (BCE) en un dictamen legal en el que muestra su apoyo a dicho proceso, aunque advierte del potencial impacto negativo sobre el crédito de acelerar la aplicación de Basilea III.
En su opinión, el adelanto de unos dos años respecto del calendario global de aplicación de Basilea III podría resultar complicado para éstas e incrementar el riesgo de efectos negativos transitorios en los flujos de crédito a la economía real.
En concreto, el BCE advierte de que los diferentes estudios han concluido que la introducción de Basilea III con el planteamiento gradual previsto tiene unos costes macroeconómicos transitorios relativamente modestos, aunque "éste no sería el caso de la introducción acelerada prevista en el Real Decreto-ley".