El Mando Central y la División de Judea y Samaria de las Fuerzas israelíes advierten de que no serían capaces de contener una revuelta popular en Cisjordania similar a las acontecidas en otros países de la región. El Ejército sigue de cerca estas revoluciones y modifica su estrategia ante las amenazas de contagio.
Hace aproximadamente un año esta división confeccionó un plan integral de respuesta a manifestaciones multitudinarias en Cisjordania, pero las actuales revoluciones han llevado a ajustar dicho plan de contingencia.
Un oficial cree que en el caso de desatarse manifestaciones violentas, distintas organizaciones tratarán de atacar a las tropas hebreas. Otro compañero de filas declaró que hasta la fecha no se observa un preocupante nivel de fricciones, y estimó que la población palestina todavía está cansada por la segunda Intifada.