La Comisión Nacional de Competencia ha emitido un duro informe en el que arremete contra la nueva norma reguladora de las relaciones entre fabricantes y concesionarios, por considerar que restringe la libertad de empresa y la competencia, en perjuicio de los consumidores.
En su informe sobre la nueva norma, que no llegará a aplicarse en virtud del acuerdo alcanzado entre las principales organizaciones del sector del automóvil, la CNC sostiene que se restringe la capacidad de auto-organización de las partes, en particular, la capacidad de los fabricantes para organizar su red, limitando su posibilidad de adaptación a la evolución del mercado y de incorporar medidas de eficiencia.
Asimismo, subraya que la nueva normativa, contenida en una enmieda a la Ley de Economía Sostenible, limita la competencia entre fabricantes y entre distribuidores de una misma o de distinta red, ya que se homogeneizan las condiciones contractuales y se facilitarían eventuales pactos de precios. Además, "blinda" los contratos existentes y hace "casi infranqueable" el acceso de nuevos agentes a la actividad de distribución.