El seísmo de 6,3 grados que sacudió Christchurch el 22 de febrero frenará el crecimiento de la economía de Nueva Zelanda en un 1,5 por ciento y la reconstrucción costará 15.000 millones de dólares neozelandeses (11.079 millones de dólares o 7.923 millones de euros), anunció hoy el Ministerio del Tesoro.
En el informe sobre los indicadores económicos de febrero, el citado ministerio señaló que la recuperación económica no se empezará a notar hasta 2012.
"La recuperación proporcionará un impulso considerable a la inversión en infraestructuras, comercios y residencias, aumentando, según el ritmo de reconstrucción, la presión sobre los precios", vaticinó el Tesoro.
Los expertos del ministerio añadieron que la economía neozelandesa "se encontraba más débil de lo previsto", así que no todo el mal se debe atribuir al terremoto.
Las autoridades añadieron hoy un muerto más a la lista oficial, que se elevó a 166, después de que descubrieran otro cadáver entre los escombros de los edificios derrumbados.
Los equipos de socorro tuvieron que suspender temporalmente las operaciones de búsqueda de personas ayer, a causa de un sismo de 4,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, pero reanudaron los trabajos hoy.
Unas 10.000 personas en Christchurch continúan sin electricidad, a pesar de que se ha restablecido el servicio en un 96 por ciento.
Otro problema es el servicio sanitario. Al menos 850 aseos portátiles están en uso, otros 300 se habrán instalado de hoy hasta el jueves y 960 más tienen previsto llegar al país desde Estados Unidos el fin de semana próximo.