El número de fallecidos aumentó hoy a 159 en Chrischurch, la mayor ciudad en el sur de Nueva Zelanda, tras ocho días del seísmo de 6,3 grados en la escala abierta de Richter que derribó numerosos edificios e infraestructuras.
El superintendente Dave Cliff indicó a la televisión local que los servicios de emergencia recuperaron cuatro nuevos cadáveres de entre los escombros y agregó que el número final de muertos puede llegar a los 240.
Chrischurch, con unos 400.000 habitantes, sufre a diario varias réplicas del terremoto, lo que dificulta las tareas de reconstrucción de las estructuras derruidas o dañadas, como el canal de televisión CTV o la catedral.