El Gobierno de Aragón y la Generalitat de Cataluña se coordinarán para tratar de salvar las plantas de Cacaolat de las dos comunidades autónomas, pertenecientes al grupo Nueva Rumasa de la familia Ruiz Mateos, que actualmente se encuentra en fase preconcursal.
Así lo ha asegurado el consejero de Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, en declaraciones a los medios de comunicación en la capital aragonesa, después de reunirse con los representantes de los trabajadores de la planta de Utebo (Zaragoza), que tiene cerca de 150 empleados.
El consejero ha indicado que la planta de Barcelona, que emplea a 300 personas, y la de Zaragoza, "están bastante relacionadas en materias primas y productos, son dos plantas muy complementarias: aquí hacen los brick y en Barcelona los botellines y botellas", de manera que "la situación afecta al grupo al completo porque hay una imagen de marca en el mercado y, si no se resuelve la situación, se sustituye por otra y todo se vuelve mas complejo".