La compañía de telecomunicaciones Ono acaba de cerrar su segundo año consecutivo con beneficios tras ganar el año pasado un total de 46,71 millones de euros, el 7,1% menos respecto a los 50,28 millones del año anterior.
Ahora bien, en 2009 el operador de cable se anotó unos ingresos extraordinarios de 7 millones de euros procedentes de pagos por derechos del fútbol, por lo que Ono hubiera crecido en beneficios el 8,6% sin el impacto de los referidos atípicos. Los ingresos de la empresa que preside José María Castellano disminuyeron el 2,7%, con un impulso especial en las actividades de banda ancha (cuyos clientes aumentaron el 4,1%) y nuevos servicios residenciales, con más de 100.000 altas durante el pasado año.
Los principales disgustos del operador se concentran en el negocio de las grandes cuentas, que cayeron el 14,4% por la presión competitiva del operador dominante, mientras que los clientes de televisión de pago disminuyeron el 2,2%, por el impacto de la multiplicación de la oferta de la televisión digital gratuita.
Fuentes de la compañía aseguran a elEconomista que el 30 por ciento de las ventas ya se realizan a través de los canales online y que el 38,6% de los clientes tienen contratado tres servicios: acceso a Internet, telefonía fija y televisión de pago. Ono cuenta con siete millones de usuarios y cerró 2010 con 725 millones de euros de ebitda (beneficio operativo) y un flujo libre de caja récord de 164 millones de euros. Asimismo, el margen de EBITDA creció 0,9 puntos porcentuales, pasando de 48,3% a 49,2% durante el pasado año.
