La Bolsa de Londres tendrá que esforzarse en recuperar la confianza de los inversores, tras sufrir su tercer fallo técnico en cuatro meses que obligó a suspender el viernes las operaciones, señala hoy el Financial Times.
La tercera avería se produjo sólo dos semanas después de que su consejero delegado, Xavier Rolet, revelase el plan de fusión del London Stock Exchange (LSE) con el grupo TMX, operador de las bolsas de Toronto y Montreal.
Nada más suceder a Clara Furse en 2009, Rolet decidió una radical modernización de la Bolsa, pero la instalación de un nuevo sistema de operaciones, desarrollado por una empresa tecnológica de Sri Lanka, ha estado aquejada de problemas desde que comenzó a funcionar este mes.
El fallo del viernes impidió conocer de forma ordenada los precios del mercado, causó frustración entre los agentes de bolsa e impidió negociar a los pequeños inversores.
"Hay mucha gente indignada, sobre todo, porque muchos querían comerciar con acciones específicas como las del banco LLoyds, que anunció ese día resultados", dijo al periódico un agente bursátil.