Un grupo de arqueólogos publicó hoy el descubrimiento en Alaska de los restos de un niño incinerado hace 11.500 años, los más antiguos hasta ahora, que aportan nuevos datos sobre la cultura de los primeros habitantes norteamericanos.
"Estos restos pueden proporcionar una nueva visión sobre las prácticas de enterramiento de los pueblos de la Edad de Hielo, mientras que arroja nueva luz sobre su vida diaria", indican en un artículo publicado en la revista Science.
El arqueólogo de la Universidad de Alaska Fairbanks, Ben Potter, y sus equipo encontraron los restos dentro de las ruinas de una casa de 11.500 años de antigüedad en Alaska central.