La Comisión Europea ha insistido hoy en la necesidad de que los Estados miembros desarrollen políticas específicas para combatir el estrés laboral, considerado como la causa de entre el 50% y el 60% de los días de trabajo perdidos cada año y con un coste equivalente al 4% del PIB europeo.
"Sabemos que el estrés laboral puede constituir un problema estructural debido a la organización del trabajo más que al propio individuo, por eso los actores sociales son a menudo los mejor colocados para tomar medidas en esta área", ha declarado el comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Andor, quien ha instado a "empleadores y trabajadores" a avanzar en este objetivo y "resolver las lagunas" que pueda haber.
Sindicatos y patronales europeas cerraron en 2004 un acuerdo para impulsar la lucha contra este problema y garantizar una "protección mínima" del trabajador, pero los resultados han sido muy desiguales en los Estados miembros y sólo Suecia ha registrado un descenso de casos de estrés laboral, mientras que en nueve países han aumentado.