El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) decidió en su última reunión, celebrada los pasados días 9 y 10 de febrero, mantener los tipos de interés invariables en el 0,5%, el mismo nivel en el que se encuentran desde marzo de 2009.
Sin embargo, la separación en el seno de la institución financiera presidida por Mervyn King es cada vaz mayor: tres de los nueve miembros que componen el Comité votaron a favor de elevar las tasas.
La creciente inflación del país, que subió al 4% en enero, es motivo de preocupación. De hecho, entre los que optaron por mantener los tipos sin cambios hay quienes considerarían una subida próxima si la economía da síntomas de mejora.