Familiares, políticos y defensores de derechos humanos exigieron el sábado el rescate de los restos de 63 mineros que todavía están atrapados en una mina en el estado de Coahuila (México) tras una explosión ocurrida hace cinco años.
La recuperación de los cadáveres de los trabajadores fallecidos en la mina de carbón de Pasta de Conchos "es una deuda pendiente", recalcó en un comunicado la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México.
La comisión pide que se lleven a cabo "los esfuerzos necesarios" para el rescate y recuerda que en un informe de 2006 documentó que la mina "no cumplía los requerimientos de seguridad".
La explosión del 19 de febrero de 2006, generada por una alta concentración de gas, dejó sepultados a 65 mineros, de los cuales se pudieron recuperar dos cadáveres.
Grupo México, la empresa propietaria de la mina, suspendió en 2007 las operaciones de rescate aludiendo al peligro que entraña operar en la zona, argumento que ha sido cuestionado por los deudos.
El gobierno, que en 2007 coincidió en que esas operaciones comprometían la seguridad de los socorristas, aseguró el viernes que "las condiciones de peligrosidad dictaminadas prevalecen en la mina", según un comunicado del ministerio de Trabajo.
"Se hizo lo técnica y humanamente posible por rescatar los cuerpos", sostuvo el ministerio.
La organización que aglutina a los familiares de los mineros ha interpuesto demandas y numerosas acciones de protesta para exigir la reanudación del operativo de rescate.