Los 20.000 latinoamericanos estafados por Allen Stanford, que perdieron más de 4.100 millones de dólares, acusan a la Comisión de Valores (SEC) de "negligencia grave" y exigieron al Gobierno de EE.UU. que les "restituya sus ahorros".
En una carta remitida a la presidenta de la SEC, Mary Shapiro, y hecha pública hoy, la Coalición de Víctimas de Stanford en América Latina (COVISAL) denuncia que "Allen Stanford y sus cómplices pudieron perpetrar impunemente un esquema Ponzi gracias a permisividad" de altos funcionarios de EE.UU.
La SEC desestimó cuatro alertas, denominadas "banderas rojas", detectadas por funcionarios del organismo federal de EE.UU. en 1997, 1998, 2002 y 2004, según la misiva firmada por Jaime Escalona, presidente de COVISAL.