El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha enviado al Congreso una propuesta de presupuesto federal para 2012 de 3,73 billones de dólares (2,76 millones de euros), que incluye la congelación de gran parte de las partidas de gasto, aunque ha advertido de que estas medidas son sólo "un primer paso" y de que es necesario más trabajo para hacer frente a los retos fiscales a los que enfrenta la economía estadounidense a largo plazo.
Durante un discurso en una escuela de Baltimore, Obama ha instado a demócratas y republicanos a trabajar juntos en el Congreso más allá de este presupuesto, ya que un recorte del gasto federal "no será suficiente" para hacer frente a los actuales desafíos fiscales.
Según la propuesta presentada por Obama, está previsto que el déficit aumente en 2011 hasta 1,64 billones de dólares (1,22 billones de euros) para reducir después drásticamente hasta los 1,10 billones de dólares (818.300 millones de euros) en 2012.