Varios miles de egipcios eufóricos seguían congregados este sábado al amanecer en la plaza Tahrir de El Cairo al día siguiente de la renuncia del presidente Hosni Mubarak por la presión de la calle, constató una periodista de la AFP.
En el puente que conduce a una de las entradas de la plaza Tahrir, símbolo de la revuelta popular que desalojó del poder a Mubarak después de casi 30 años de reinado, un grupo de jóvenes bailaba, enarbolando banderas egipcias y deteniendo los coches para felicitar a los ocupantes. "¡Oh mañana de la victoria!", exclamaba uno de ellos con una gran sonrisa.
En la plaza, algunos seguían durmiendo por la mañana pero muchos de ellos habían pasado toda la noche en blanco, festejando el triunfo.
Algunos tenían la voz tomada de lo mucho que habían chillado de alegría tras el anuncio de que Mubarak dimitía y entregaba los poderes al ejército.
Seguía habiendo tanques en algunas entradas de la plaza, como durante las más de dos semanas que duró la sublevación popular.
Varios grupos de jóvenes se calentaban alrededor de hogueras improvisadas y otros aplaudían a los militantes que desde un púlpito llamaban a proseguir el "combate" hasta conseguir un Egipto "democrático".