El Programa Mundial de Alimentos (PMA) realizó el año pasado un récord de compras a los países pobres, por un valor superior a los 1.000 millones de dólares (unos 740 millones de euros).
Esta agencia de la ONU adquirió comida en 96 países, entre ellos Etiopía, Vietnam y Guatemala, para socorrer a personas afectadas por la sequía acusada en el Sahel (región de África subsahariana occidental), las inundaciones en Pakistán y el terremoto en Haití, respectivamente.
En total, el PMA compró unos 3,2 millones de toneladas de alimentos, fundamentalmente trigo, maíz, arroz y productos nutritivos especiales. El 80% de ellos fueron adquiridos en países en desarrollo.