Yamaha ha comunicado a los trabajadores de Palau-Solità i Plegamans el cierre de la fábrica y el traslado de la producción a la planta que la multinacional japonesa tiene en Saint-Quentin (Francia), lo que afectará a 417 trabajadores.
En un comunicado, ha especificado que los empleados afectados serán los relacionados con los procesos industriales de la planta catalana -producción y corporativos vinculados a la producción-, y ha afirmado que mantendrá su presencia y actividad comercial en España, y sus oficinas centrales en el país seguirán en Palau.
La compañía ha sostenido que la decisión se engloba dentro de una redefinición del negocio de Yamaha a nivel mundial, "condicionado por el descenso de ventas y por un marco económico desfavorable a corte y medio plazo".