El Gobierno chino ha aumentado del 50 al 60% del valor de la propiedad la suma inicial que deberán pagar los compradores de una segunda vivienda, para frenar la especulación en el mercado inmobiliario, ha informado hoy la agencia Xinhua.
La decisión, anunciada en un comunicado del Consejo de Estado (Ejecutivo) tras una reunión con el primer ministro, Wen Jiabao, se extiende también a que en ciertas ciudades, quienes no sean residentes no podrán adquirir una segunda vivienda.
Las familias que deseen comprar una vivienda urbana deberán haber residido en la misma ciudad mucho tiempo antes, presentando para ser cualificados los certificados fiscales o de seguridad social adecuados.