Las autoridades de Filipinas aumentaron hoy a 71 los muertos y 23 los desaparecidos por las riadas provocadas por lluvias torrenciales que afectan desde hace un mes al este y sur del archipiélago.
El Centro Nacional de Gestión de Desastres indicó que los últimos fallecidos fueron tres pescadores cuyo barco naufragó el sábado frente a las costas de la provincia de Quezon, en la región central de la isla de Luzón.
Las inundaciones han afectado por ahora a casi dos millones de personas en 25 provincias, un tercio del territorio nacional, mientras casi 53.000 personas continúan viviendo en centros para refugiados.
El coste de los daños a cultivos, infraestructuras y viviendas supera ya los 71 millones de dólares.
Desde que comenzaran los aguaceros justo después de Navidad, las riadas y aludes han arrasado viviendas, puentes y carreteras y echado a perder cosechas de arroz y maíz sobre todo en la isla de Mindanao, el este de las Visayas y Bicol.
Un frente de aire frío proveniente del Pacífico propició la llegada de las lluvias en el este y sur de Filipinas, pese a que ahora es época seca. Según los meteorólogos, el fenómeno fue provocado por un cambio en las corrientes de los vientos.
