El comité de empresa de la planta de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra) ha denunciado retrasos en el pago de las nóminas y ha mostrado su preocupación tras anunciar la empresa la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE), que fuentes de la empresa de la familia Ruiz-Mateos sostienen que será temporal y que podría no afectar a la fábrica pontevedresa.
Un portavoz de Clesa ha indicado que su "plan de empleo" prevé reducciones "temporales" de las horas de trabajo, no la destrucción de puestos, y que la planta de Caldas "podría no estar afectada" por esta medida, dado que la empresa ha decidido hace un mes trasladar la producción de las instalaciones de Sevilla a Caldas, centrando en esta localidad gallega las líneas de yogures y postres.
Así, han garantizado que el ERE no implicará pérdidas de empleo. "No se va a echar a nadie", han insistido las mismas fuentes, que han explicado que Clesa había cerrado un contrato de alquiler de la planta de Capsa en Sevilla por cuatro años, pero ha decidido rescindirlo antes y trasladar la producción a Pontevedra.
