El regulador bursátil británico, la Financial Services Authority (FSA) podría multar con 7,7 millones de libras (9,2 millones de euros) a Barclays y obligarle a la devolución de hasta 59 millones de libras más (70 millones de euros) por no informar sobre el riesgo que conllevaban dos fondos que vendió a jubilados británicos. Se trata de la mayor multa impuesta por la FSA por deficiencias en los servicios minoristas.
Según reza el comunicado del organismo, Barclays no confirmó que los fondos eran vehículos adecuados para los clientes que los solicitaron y tampoco formó adecuadamente para venderlos a sus comerciales entre julio de 2006 hasta noviembre de 2008.
Uno de cada siete clientes de los 12.331 que contrataron los dos fondos citados y que reunían un saldo conjunto de 692 millones de libras (826 millones de euros) se quejaron a la entidad. El banco, que ha entregado unos 17 millones de libras (20 millones de euros) como compensación identificó incidentes en el proceso de comercialización en junio de 2008 y, sin embargo, "no tomó medidas adecuadas y a tiempo", según la FSA.