Además de los cocodrilos, una nueva amenaza se suma contra los afectados por las inundaciones en el este de Australia. Ahora también temen a los tiburones, avistados hasta 30 kilómetros dentro de tierra firme en el estado de Queensland.
La radio ABC informó hoy que varios habitantes del pueblo de Goodna vieron ayer a dos tiburones toro, y otro escualo apareció el jueves por las calles sumergidas de Brisbane, la tercera mayor ciudad del país.
El tiburón toro no frecuenta las profundidades y tolera el agua dulce, por lo que ocasionalmente visita algunos ríos y ha atacado a seres humanos en el pasado.
Mientras tanto, las autoridades de Queensland confirman que ya hay 17 muertos y siguen buscando a 12 desaparecidos por las peores riadas en medio siglo.
Un ejército de voluntarios y soldados se afanan por limpiar las calles de Brisbane, cubiertas por una pestilente capa de lodo por el desbordamiento del río que dañó más de 30.000 casas y comercios.
Las tareas de limpieza y reconstrucción podrían durar hasta dos años, según fuentes oficiales.
Tras abandonar Queensland, las lluvias torrenciales ahora afectan al estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney y donde 3.000 residentes fueron evacuados y otros 7.000 están incomunicados por la crecida de un sistema fluvial.