Habitantes de ciudades en la región montañosa próxima a Rio de Janeiro, devastadas hace tres días por lluvias torrenciales, se enfrentaban el sábado al caos en medio de las ruinas, mientras el número oficial de víctimas fatales ascendía a 549 personas.
De acuerdo con Defensa Civil, el número de evacuados ya era de aproximadamente 14.000 personas.
En Nova Friburgo, la ciudad más afectada por el desastre, no había el sábado servicio de electricidad y faltaban agua potable, alimentos, combustible y medicamentos. En las calles arrasadas por los deslizamientos de lodo y piedras, el escenario de ruinas y casas destruidas recuerda el de una guerra.
"Personas desorientadas deambulan por las calles. Parece que ha habido una guerra. Hay vehículos que fueron sepultados por los torrentes de lodo con personas adentro", dijo Alan Amaral, poblador de Nova Friburgo, a la red de TV GloboNews.
Nova Friburgo, una ciudad turística 140 km al norte de Rio de Janeiro, sufrió el impacto mayor de la tragedia en términos de destrucción de la infraestructura, y cuenta 249 personas muertas hasta ahora.
En Teresópolis, a unos 100 km de Rio, el número de víctimas se eleva a 238, al tiempo que en la vecina Petrópolis se contaron 43 muertos. En una pequeña ciudad de la misma región, Sumidouro, se confirmaron 18 víctimas, mientras que otra persona fue hallada sin vida en una localidad vecina.