El balance de muertos por las lluvias torrenciales caídas sobre el estado de Río de Janeiro, en el sureste de Brasil, ha ascendido a 470, no obstante, esta cifra podría subir aún más porque corresponde solo al número de cuerpos identificados, según informó el Instituto de Medicina Legal. Además, hay 10.680 desalojados y unas 4.750 personas que se han quedado sin vivienda.
Por ciudades, la más afectada es Nova Friburgo, donde han perecido 214 personas, hay 3.220 desalojadas y 1.970 cuyas casas están derruidas. En Teresópolis, el balance es de 208 víctimas mortales, 960 evacuados y 1.280 personas sin hogar. En Itaipava y Petrópolis la cifra de fallecidos es la misma, 35, aunque en esta última ciudad los desplazados ascienden a 6.500 y las viviendas destruidas a 1.500. Más discreta es la cifra de Sumidouro, con 13 muertos.
En este contexto, el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, ha anunciado que en las próximas horas un contingente con 250 hombres, así como varias ambulancias y helicópteros de la Fuerza Nacional llegarán a Río de Janeiro para agilizar las tareas de rescate, sobre todo en la Región Serrana, donde miles de personas permanecen aisladas.