El hombre acusado de haber provocado una matanza al disparar contra una congresista demócrata en Arizona volvió con sus disparos a agitar el debate migratorio en ese estado fronterizo con México.
El rastro de declaraciones incoherentes que dejó tras de sí en internet Jared Loughner, de 22 años, apuntan a un joven solitario y atormentado, obsesionado con el poder del Gobierno federal.
Pero la ira contra Washington en el estado que recibe más inmigración ilegal desde México fue uno de los carburantes que alimentó la dura campaña política en 2010, tanto en el estado como en todo el país.
La representante Gabrielle Giffords, quien se debate entre la vida y la muerte, es una demócrata moderada, reelecta en noviembre pasado por margen estrecho, tras hacer campaña en favor de reforzar la seguridad en la frontera, pero también a favor de una reforma migratoria integral.
Giffords había recibido repetidas amenazas de muerte, como sucedió con el juez federal de asuntos migratorios John Roll, que falleció a causa de los disparos de Loughner, y que se hallaba entre el público.
Giffords era defensora del derecho a portar armas contemplado en la Constitución.
Pero esta mujer de 40 años, que medios locales presentan como una esperanza política de su partido en el conservador sur estadounidense, también se había opuesto a la polémica ley SB 1070 que Arizona promulgó en 2010, que declaraba la inmigración como un delito estatal, y que fue parcialmente revocada por un juez.
"Arizona es conocida a partir de ahora en el mundo por haber promulgado una ley de inmigración extremista, en respuesta a la ineficacia del gobierno federal", criticó Giffords en su momento.
La matanza del sábado se produjo en Tucson, una ciudad del sur de Arizona cuyo distrito fue puerta de entrada para aproximadamente la mitad de los indocumentados entre octubre de 2009 y setiembre de 2010, unas 230.000 personas, según datos oficiales.
El juez Roll había acudido al acto político de Giffords en Tucson para hablar de la necesidad de obtener más recursos para los magistrados federales, desbordados de trabajo, según el sitio web National Law Journal.
El tema migratorio y el narcotráfico fueron utilizados de forma obsesiva por todos los candidatos en 2010 en liza en Arizona, como el propio senador republicano John McCain, quien no dudó en elogiar la barrera en la frontera con México.