A pesar de las reformas implementadas desde el masivo derrame de crudo de BP, un panel investigador de la Presidencia llegó a la conclusión de que el Gobierno y la industria petrolera aún no han hecho lo suficiente para evitar otro accidente catastrófico en alta mar, informó la agencia AP.
La explosión y el posterior hundimiento de una plataforma petrolera en abril que mató a 11 trabajadores y derramó más de 200 millones de galones de crudo en el Golfo de México motivó cambios en la industria petrolera y en la agencia supervisora de la perforación de pozos en alta mar.
Pero la comisión nacional sobre el derrame de petróleo sugerirá un compromiso y una supervisión aún mayores por parte del Congreso, del Gobierno y de las compañías de gas y petróleo cuando emita el martes su informe final al presidente Barack Obama, dijo un funcionario que pidió guardar el anonimato.
Entre las recomendaciones de la comisión se señala: incrementar presupuestos y capacitación para la agencia federal que regula las perforaciones en alta mar, aumentar el nivel de responsabilidad de las empresas que realizan perforación en alta mar, dedicar 80% de las multas y sanciones del derrame de British Petroleum a la restauración ambiental en el golfo y dar más peso a la asesoría científica en decisiones sobre dónde permitir el arrendamiento de yacimientos de gas y petróleo.
Muchas de las conclusiones del informe fueron mencionadas en discusiones previas del panel, y al menos una (la sugerencia de que las multas por contaminación de agua sean utilizadas para la restauración de la costa del Golfo de México) ha sido apoyada por el Presidente. Para que ello ocurra, el Congreso tendría que aprobar una legislación.
"Las mejoras en la normativa del Departamento del Interior son, creemos nosotros, relativamente modestas", dijo el copresidente de la comisión, William K. Reilly, durante una reunión a principios de diciembre en la cual el personal del panel bosquejó sus reformas recomendadas.
El panel de siete miembros recomendará que el Congreso redacte leyes para reorganizar más el Departamento del Interior, que ya ha ajustado su estructura para separar las conflictivas funciones de recaudar ingresos de las compañías petroleras y asegurarse que éstas operen de manera segura.
