La petrolera estadounidense Chevron-Texaco reiteró hoy su pedido para que se anule el juicio ambiental que se sigue en su contra en Ecuador, mientras los demandantes sospechan que esa es una "cortina de humo" para evitar una eventual condena.
Chevron está demandada por un grupo de colonos e indígenas ecuatorianos a pagar una multimillonaria indemnización por el supuesto daño ambiental causado en la Amazonía, entre 1972 y 1995.
James Craig, portavoz de la petrolera, declaró a periodistas en Quito que el caso debería ser anulado por la corte de la provincia amazónica de Sucumbíos.
Craig basó sus declaraciones en unos vídeos en los que, aparentemente, los abogados acusadores organizan una serie de acciones para crear la imagen de una supuesta gran contaminación dejada por Texaco.
No obstante, admitió que el caso, que se encuentra en una etapa final y que podría arrojar una sentencia este mismo año, podría condenar a Chevron al pago de unos 27.000 millones de dólares, que es la indemnización surgida de un peritaje que la compañía objeta.
Craig aseguró que entre las evidencias presentadas al juez hay pruebas de la parcialidad hacia los demandantes del perito Richard Cabrera, que evaluó el supuesto daño ambiental atribuido a Texaco.
Por ello, opinó que un eventual fallo en contra de la petrolera sería "ilegítimo", ante lo cual Chevron estudia varias posibilidades para apelar una posible condena, tanto en Ecuador como en tribunales del exterior.
De su lado, Pablo Fajardo, abogado de los demandantes ecuatorianos, dijo que la petrolera pretende crear "una cortina de humo" en un momento en que el juez ha dictado autos para emitir una sentencia.
La actitud de Chevron "no es nueva", pues ha intentado deslegitimar el proceso varias veces, dijo Fajardo, aunque, según él, la petrolera "no ha podido justificar su inocencia" sobre el daño ambiental que se le imputa.
Los demandantes aseguran que Texaco arrojó sin ningún cuidado unos 18.000 millones de galones (68.000 millones de litros) de vertidos tóxicos, lo que habría causado daños irreversibles a la naturaleza y enfermedades graves a sus habitantes, incluidos casos de cáncer.