El presidente Barack Obama, de cara a nuevos enfrentamientos de poder entre la Casa Blanca y un Congreso de mayoría republicana, firmó una ley de reorganización del sistema de seguridad alimentaria por un valor de 1.400 millones de dólares, informó la agencia AP.
Sin embargo, algunos legisladores consideraron que esta iniciativa es demasiado cara y amenazaron con socavar su financiación.
La ley, que busca disipar los temores del público sobre la seguridad de sus alimentos, se convierte en la primera reforma a gran escala sobre la seguridad de la comida y se enfoca en la prevención para frenar epidemias mortales originadas en los alimentos en vez de esperar a que los consumidores se enfermen.
La ley le dará al Gobierno un nuevo poder para intensificar las inspecciones a las instalaciones de procesamiento de alimentos y le dará a la Dirección de Alimentos y Medicamentos (FDA) el poder para obligar a las empresas a que retiren sus productos defectuosos.
Obama hizo del fortalecimiento de las medidas de seguridad en los alimentos una de sus prioridades poco después de asumir el cargo en el 2009. Han ocurrido algunas epidemias mortales por contaminación de bacterias de E.coli y por salmonela en maní, huevos y vegetales en los últimos años.
Sin embargo, algunos legisladores republicanos, preocupados por los altos niveles de gasto y de endeudamiento gubernamental, afirmaron que el precio del programa, de 1.400 millones de dólares a cinco años, es demasiado alto y debe ser revisado más profundamente.
Sin embargo, los republicanos que esperan frenar la financiación parecen tener pocas posibilidades de tener éxito.
El Congreso aprobó el proyecto de ley el año pasado con un amplio apoyo bipartidista por 73 votos en favor y 25 en contra en el Senado y por 215 a favor y 144 en contra en la Cámara de Representantes.