Uno de cada cinco implantes de desfibriladores podrían haberse efectuado en Estados Unidos con causas cuestionables y sin prueba sólida de que ayudarían al paciente, dijeron especialistas en un estudio.
Los desfibriladores implantados emiten pulsos eléctricos al corazón para que éste normalice su ritmo si se alteran los latidos. Los dispositivos pueden evitar la muerte súbita de las personas con males cardiacos avanzados, aunque los investigadores no han determinado que sean benéficos para otros pacientes.
Las personas que hayan sufrido un ataque cardiaco en fecha reciente o que hayan sido sometidas a una cirugía de desvío coronario no son buenas candidatas, por ejemplo.