La nueva presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, planea dar entrada al sector privado en el capital de Infraero, la empresa estatal responsable de administrar los aeropuertos del país, según informó este lunes el diario local 'Folha de Sao Paulo'.
La iniciativa forma parte de un paquete de medidas que prepara el Ejecutivo brasileño y que podría anunciar a finales de este mes, según el citado periódico, para atraer a la inversión privada y dar salida al colapso de los aeropuertos brasileños ante el aumento del tráfico aéreo.
La empresa estatal tiene en proyecto construir una tercera terminal en el aeropuerto de Sao Paulo y otra nueva terminal en Viracopos, con una inversión de 700 millones de dólares (523 millones de euros) y 690 millones de dólares (516 millones de euros), respectivamente.