La casi totalidad del nordeste de Australia está afectado por las peores inundaciones en décadas que han dejado varios pueblos anegados por la riadas y han obligado a evacuar a más de mil personas de una docena de poblaciones.
La situación empeorará en las próximas horas por la cantidad de agua sin drenar aún en el interior, advirtió la Oficina de Meteorología, que prevé que en las próximas horas el agua inunde centenares de hogares y recomendó a los habitantes de la región que eviten las zonas bajas.
Nueve helicópteros Black Hawk del ejército que evacuaron ayer a los 300 habitantes de Theodore, a unos 500 kilómetros al noroeste de Brisbane, continuaron hoy el trabajo en Emerald, en el interior, y en Bundaberg, en la costa del estado de Queensland.