Una nueva huelga en el metro, la quinta en cuatro meses, no impidió a miles de londinenses salir de compras este domingo, en el tradicional primer día de las rebajas.
Cuando los grandes almacenes Selfridges abrieron sus puertas a las 11H00 (locales y GMT) en Oxford Street, la mayor calle comercial de la capital británica, unas 8.000 personas hacían ya cola a las puertas.
Los más adictos a las compras no dudaron en pasar la noche a la intemperie frente a las tiendas de grandes marcas. Ni siquiera la huelga de 24 horas de los conductores del metro, la quinta en cuatro meses y que afectó a todo el tráfico del suburbano, con algunas líneas completamente paradas, amilanó a los ciudadanos, atraídos por reducciones de hasta el 75%.