Dos militares de la guardia nacional murieron el sábado en la revuelta que desde hace más de una semana está teniendo lugar en el pueblo de Bouzayane, 280 kilómetros al sur de la capital tunecina.
Las dos víctimas se encontraban en coma, después de haber sido heridos ayer en el ataque a su cuartel por un grupo de manifestantes.
Con estos dos fallecidos se eleva a cuatro el número de víctimas fatales de los violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad que comenzaron el pasado 17 de diciembre en la región de Sidi Bouzid.
Los disturbios habían comenzado después de que un joven de 26 años, identificado como Mohamed Bouazizi, se inmolara en señal de protesta contra lo que él consideraba abusos administrativos.