El presidente de México, Felipe Calderón, prometió anoche aplicar "todo el peso de la ley" contra los responsables de la explosión del oleoducto que dejó 28 muertos.
El mandatario viajó hacia el lugar del siniestro, en el estado de Puebla, para dar las condolencias a los familiares de los fallecidos.
La explosión se produjo en un oleoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el poblado de San Martín Texmelucan.
Según la versión oficial, el estallido se produjo por un robo de combustible perpetrado alrededor de las 05:00 del domingo (hora local) y causó destrozos a tres kilómetros a la redonda.
