Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea buscarán divididos en la cumbre que celebran a partir de mañana soluciones definitivas para frenar la crisis de deuda que afecta a la eurozona. Los países más afectados, como España, Portugal o Italia, han propuesto nuevas iniciativas como el aumento y flexibilización del fondo de rescate o la emisión de eurobonos, pero han chocado hasta ahora con la negativa inflexible de la canciller alemana, Angela Merkel, respaldada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Tras unas semanas de tregua por la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de acelerar la compra de bonos de Portugal e Irlanda, la crisis amenaza con recrudecerse de nuevo después de que la agencia de 'rating' Moody's haya anunciado que estudia rebajar la nota de España por su creciente endeudamiento.
No obstante, tras el rescate de Grecia e Irlanda, los dirigentes europeos descartan que sea necesario a corto plazo prestar asistencia financiera a España y Portugal, según han asegurado fuentes europeas.