El grupo General Motors ha puesto en marcha un programa de bajas incentivadas y prejubilaciones dirigido a entre 2.500 y 3.000 obreros especialistas de catorce factorías estadounidenses.
Es la primera vez que la empresa adopta medidas para recortar plantilla desde que emergió de la suspensión de pagos el pasado año.
El plan contempla una indemnización de 60.000 dólares (unos 45.500 euros) para los trabajadores que se acojan a las bajas voluntarias, mientras que los beneficiarios de las prejubilaciones mantendrán además todos los derechos económicos asociados a su retiro.
Los empleados que decidan aceptar la oferta de la empresa podrán hacerlo hasta el próximo mes de marzo.
La empresa tiene previsto oficializar el plan el próximo 23 de diciembre, si bien no ha decidido el montante de las bajas, según Chris Lee, portavoz de la multinacional.