Fitch ha recortado el 'rating' de Cajasol desde 'A-' hasta 'BBB' con perspectiva negativa, por el deterioro de la calidad de sus activos debido a la coyuntura económica, y al parón del sector inmobiliario y de la construcción.
La agencia justifica su decisión sobre el recorte de la nota que mide la capacidad de devolución de deuda a largo plazo de Cajasol por su exposición al ladrillo y por la presión que sufren sus ingresos a raíz de los bajos tipos de interés y la contenida concesión de créditos.
La necesidad de engordar las provisiones para hacer frente a posibles impagos y las perspectivas de escaso crecimiento económico son otros de los argumentos que esgrime Fitch para recortar la nota de Cajasol.