Documentos filtrados este miércoles muestran que Washington presionó intensamente a Berlín para que no diera curso a ordenes de arresto contra agentes de la CIA involucrados en el secuestro en 2003 de un ciudadano alemán, a quien erróneamente se le creía un terrorista.
La información, hecha pública en cables diplomáticos revelados por Wikileaks y publicados por el New York Times, hacen referencia a Khaled el-Masri, un ciudadano alemán de origen libanés.
Masri, un vendedor de automóviles desempleado, fue capturado a fines de diciembre de 2003 cuando llegaba a Macedonia de vacaciones. Autoridades locales lo confundieron con un miembro de Al Qaeda con un nombre similar y lo entregaron a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense.