Los países miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) tratan hoy de consensuar una declaración para cerrar su primera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en once años.
El texto, a priori, debe contener un plan de acción sobre el futuro de la organización, cuyo papel abogan por reforzar una mayoría de países, entre ellos Rusia y Estados Unidos.
Sin embargo, las delegaciones no han logrado por ahora un acuerdo sobre la declaración final a causa, principalmente, de las diferencias sobre el conflicto entre Rusia y Georgia después de la guerra de 2008.