Río Gallegos, la ciudad sureña donde nació hace 60 años y en la que desarrolló su instinto de líder político, dio hoy un conmovedor adiós al ex presidente argentino Néstor Kirchner y se comprometió a no olvidar a su hijo predilecto.
Los restos de Kirchner, quien gobernó Argentina desde 2003 a 2007, cuando traspasó el poder a su hoy viuda, la presidenta Cristina Fernández, llegaron a su ciudad natal en un avión procedente de Buenos Aires, donde fue despedido con un impresionante funeral de Estado en el que participaron decenas de miles de personas durante 26 horas.
Familiares, amigos, funcionarios y dirigentes políticos viajaron a Río Gallegos, adonde se desplazó también el mandatario venezolano, Hugo Chávez, uno de los ocho presidentes suramericanos que asistieron al velatorio del cuerpo en la Casa Rosada, sede del Gobierno.