La ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, ha debutado en su primer Consejo de Exteriores de la Unión Europea con un complicado debate sobre Cuba que se ha saldado con el salomónico compromiso de mantener la actual política hacia la isla mientras se establecen "contactos políticos" para lograr un acuerdo bilateral.
La jefa de la diplomacia española ha valorado el acuerdo como un "paso fundamental", ha dado por superada 'de facto' la llamada Posición Común que condiciona la relación con Cuba a los avances en Derechos Humanos, y cree que la UE ha tenido en cuenta los "innegables" progresos de Cuba en los últimos meses.
En definitiva, la ministra ha visto que la UE ha dado "una señal importante" que ella misma había reclamado para respaldar "de manera más eficaz" las reformas en la isla. Además, haber encargado a la Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Catherine Ashton, "establecer contactos políticos para un futuro acuerdo bilateral" supone "normalizar" las relaciones con Cuba, situándolas al mismo nivel que tiene con el resto de países del mundo.
