El Gobierno de Nueva Zelanda anunció hoy que incrementará su capacidad de control sobre las inversiones inmobiliarias extranjeras para adquirir grandes propiedades.
Con las nuevas medidas, el Gabinete de Ministros podrá rechazar una inversión si considera que los intereses económicos del país están en juego y en función de si la inversión ofrece oportunidades para el control o la participación local en la empresa.
"Están diseñadas para reducir la vulnerabilidad de grandes extensiones agrícolas ante compradores extranjeros", dijo el Ministro de Finanzas, Bill English.
Los cambios entrarán en vigor en diciembre y no afectarán la controvertida intención de la empresa de Hong Kong, Natural Dairy, de adquirir 16 granjas con casi 8.000 hectáreas de terreno en el centro de la Isla Norte del país, operación que aún está siendo valorada por la Oficina de Inversiones Extranjeras.