El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó hoy la petición de clemencia presentada por los abogados de Teresa Lewis, que se convertirá el jueves en la primera mujer ejecutada en el país desde 2005, pese a las protestas por su presunta discapacidad mental.
La apelación ante el Supremo, el último recurso que quedaba a Lewis para escapar a la inyección letal, fue descartada después de que sólo Sonia Sotomayor y Ruth Ginsburg, dos de los nueve miembros del tribunal, votaran a favor, indicó a la prensa local un portavoz de la máxima corte.
El gobernador de Virginia, Robert McDonnell, negó por su parte el pasado viernes la indulgencia a Lewis, que será ejecutada el jueves a las 9 de la noche (01.00 GMT del viernes) en el centro correccional de Greensville, en la localidad de Jarratt, donde se halla presa.