Los restos del hondureño Miguel Ángel Cárcamo fueron enterrados hoy en la aldea El Guante entre el dolor de su familia, amigos y vecinos, que se preguntaban "por qué mataron a un buen hombre", mientras en una iglesia oraban por los 72 latinoamericanos asesinados en México hace dos semanas.
"¿Por qué mataron a un buen hombre?. Han asesinado a un hombre humilde, trabajador, quien se fue a cruzar fronteras para que su familia no siguiera en tanta pobreza y vino muerto", expresó compungido el suegro de Cárcamo, Gustavo Obdulio Suárez.
"Mi yerno quería mejorar su casa, educar bien a sus hijos, pero la pobreza no se lo permitía. Mire la casita en que vivía", indicó Suárez, un campesino de 73 años, mientras mostraba una vivienda de dos cuartos hecha con madera rústica y un tejado de láminas de zinc, cubierto con piedras para que el viento no se lo lleve.