Grecia quiere proteger su sistema financiero contra las consecuencias que deje su reciente crisis de deuda, para lo que encargó un estudio que le haga recomendaciones, reanundando las especulaciones respecto a que algunos de sus bancos pudieran fusionarse.
Aunque hasta el momento Atenas ha cumplido con sus compromisos fiscales, reduciendo su déficit a un ritmo acelerado, sus bancos siguen enfrentando desafíos en la medida que la recesión se profundiza y siguen en pie las restricciones al crédito.
"El sistema bancario griego sigue enfrentándose a un entorno desafiante", dijo Atenas el viernes en un informe de avance a las autoridades de la Unión Europea. "El Gobierno ha encargado un estudio en profundidad sobre las opciones estratégicas".