El encargado de la respuesta del Gobierno de EE.UU. al derrame de crudo en el Golfo de México, Thad Allen, analizará hoy en Washington el impacto de la estrategia federal y los pasos que quedan por dar, al cumplirse cuatro meses de la explosión de la plataforma operada por BP que produjo la fuga.
Dos semanas después del éxito de la operación de taponado de la boca del pozo de crudo averiado tras la explosión, los equipos de BP tratan ahora de asegurarse de que la presión no se descontrole, un complejo proceso que les obligó a paralizar durante una semana el plan con el que pretendían clausurar también la base del depósito.
Allen, que en los últimos días se mantuvo reticente a señalar fechas límite para acabar los trabajos en el pozo, dijo el jueves que los ingenieros prevén lanzar la operación de sellado de la base en la semana del 7 de septiembre.