La Comisión Nacional de Energía (CNE) ha propuesto modificar la normativa de la comercialización de electricidad para que las compañías puedan exigir avales a los clientes con un "alto riesgo comercial de morosidad", es decir, con deudas pendientes o posibilidad de impago.
En un informe publicado hoy, el regulador planteó esta medida como solución al problema de los hogares y pequeños negocios con deudas que no pueden acceder al mercado libre de electricidad porque las empresas comercializadoras se niegan a firmar contratos de suministro con clientes potencialmente morosos.
La exigencia de avales no afectaría en ningún caso a la administración pública porque, según la CNE, ya cuenta con las suficientes garantías de pago mediante los intereses de demora, la suspensión de cumplimiento de contrato y el derecho a resarcimiento de perjuicios.