El presidente de EE.UU., Barack Obama, su esposa, Michelle, y su hija Sasha visitaron esta noche el Museo Internacional de los Espías próximo a la Casa Blanca, aunque como era de esperar no lograron que la expedición fuese de incógnito.
El museo, uno de los más populares de la ciudad, realiza todos los viernes una sesión especial que incluye la "Operación Espía", una experiencia interactiva en la que los visitantes pueden asumir el papel de un agente de inteligencia en una misión internacional.
Alrededor de un centenar de personas se dio cita fuera del museo para dar la bienvenida a los Obama, según los periodistas que acompañaron al mandatario en la caravana presidencial.