El coste neto que tuvieron que pagar las empresas por cada trabajador en 2009 ascendió a 30.402,32 euros, un 3,5% más que en el año precedente, según la Encuesta Anual de Coste Laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si se tienen en cuenta las subvenciones y deducciones públicas, el coste bruto por trabajador alcanzó los 30.670,05 euros en 2009, con un incremento anual del 3,6% respecto al ejercicio 2008.
El 72,8% del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, por un importe de 22.329,3 euros por trabajador, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social supusieron el 22,1% del total, hasta 6.785,25 euros.